Análisis de Padre Rico Padre Pobre
Autor: Robert Kiyosaki
Esta narración muestra la vida de un padre rico y un padre
pobre, en donde presenta las dos caras de la moneda el cual indica que la
pobreza o la riqueza está en ti, en tu mente, en tus acciones y muchas veces en
las influencias del seno familiar o social, pero que tú decides cual camino
escoger. La vida nos presenta múltiples oportunidades solo hace falta tener una
visión clara de lo que quieres para lograr los objetivos propuestos. Desde los
estudios primarios, secundarios y superiores no se le enseña a los estudiantes
a como producir dinero, solo se aprende a trabajar bajo un empleo por dinero,
nunca se enseña a cómo poner a trabajar el dinero para nosotros.
Los padres ricos influyen en
el desarrollo y crecimiento financiero de sus hijos, inculcando los mismos
valores y a crear su propia empresa. Este libro nos motiva a buscar
la libertad financiera, nos incentiva a organizarnos y consumir según nuestros
ingresos y a dar un buen uso a la tarjeta de crédito.
Este relato muestra que los
profesionales de hoy día se gradúan y piensan
en buscar un buen trabajo y no piensan en crear su propia empresa que le
garantice un trabajo permanente con un buen salario. Los padres pobres crean en
sus hijos las expectativas de que hay que formarse para tener un empleo que
garantice la estabilidad, no lo enseñan a tomar riesgos, todo lo contrario lo
evitan y hacen que sus hijos sean dependientes de los demás. En este sentido,
son ellos los asalariados, los que pierden el trabajo, quienes se ven ahogados
en las deudas y gastos excesivos, Los padres ricos enseñan a que sean otros los
que trabajen para ti, a ganar dinero a través del dinero, controlar los gastos
según los ingresos y producir más de lo que tienen que gastar para no verse
ahogados por las deudas y la presión financiera, a saber distinguir entre
pasivos y activos dos conceptos claves para alcanzar las metas con mayor
efectividad.
El padre pobre motiva a
estudiar a sus hijos y obtener buenas calificaciones para ir a la universidad,
ser un buen profesional para tener un buen trabajo; en cambio el padre rico,
motiva de igual manera a su hijo, pero también aconseja y lo forma a ver cómo
funciona el dinero, para ponerlo a trabajar y generar más, al tiempo que crea
la posibilidad de generar nuevas ideas para tener más fuentes de dinero.
La falta de educación
financiera es un problema que nos afecta a todos. Las personas normalmente
trabajan para pagar sus cuentas y cuando aumentan sus ingresos en esa misma
proporción incrementan sus gastos.
Si se trabaja sin pensar en
cobrar un sueldo pronto las mente les
mostrará oportunidades que otros no ven, por estar centrados únicamente en
buscar dinero y seguridad a través de un salario.
No todos los centros
educativos y familias preparan a los jóvenes para la vida productiva, por medio
a emprender proyectos de negocios, es por ello que solo se enfocan en una
carrera para conseguir un empleo, no está mal del todo, pero se requiere de
mayor conocimiento y actitud para cambiar la forma de ver las cosas e
identificar lo que desea lograr y al mismo tiempo lo que más le conviene a
largo plazo.
En el momento actual como
padres necesitamos estar abiertos a ideas nuevas y atrevidas, alentar a
nuestros hijos a que se esfuercen por ser buenos empleados al mismo tiempo que
luchen por ser dueños de su propia empresa, el autor motiva a que cualquiera
puede lograr la prosperidad si elige hacerlo y sobre todo actuar con
inteligencia, superando los temores y vencer los obstáculos que se presentan en
la vida que nos impiden ser exitosos y lograr una independencia financiera. De
igual manera nos pone a pensar y hacer uso del cerebro, que las oportunidades
están a la vuelta de la esquina y muchas veces pasan desapercibidas.
Haber leído este libro ha sido
un estimulante de alto valor que puede ayudar a la superación, por medio a un
cambio de actitud que permita emprender algún proyecto nuevo que ayude a
cambiar mi entorno y el de mi familia. En el mismo hemos visto un enfoque muy
práctico y lógico de cómo debemos educar y guiar no solo a nuestros hijos, sino
a nosotros mismos.