Cambios Socio-económicos en los diferentes
escenarios del Sistema Educativo Dominicano.
El sistema educativo dominicano viene implementando
cambios a lo largo de su historia en lo socio-económico y en relación a la
política educativa propuesta, tendente a ir mejorando los procesos y la calidad
de vida de los ciudadanos. Y lo que se persigue, además, es que se realice
mayor inversión en educación que garantice y ponga en ejecución dichos cambios.
Entre los cambios socio-económicos más notorios se
destacan los siguientes.
La campaña de 4% del PIB para la educación en el
2010 y que luego continua en el año 2011 para una educación más justa y digna
ha movilizado la opinión pública y amplios sectores de la sociedad dominicana,
el dialogo social y la mejora de la calidad educativo, otra iniciativa ha sido,
la Política Nacional de apoyo a los aprendizajes en Lectura, Escritura y Matemática
para el primer ciclo del nivel inicial básico, con la firma de convenios de
trabajo con la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra PUCMM, con el
centro Cultural Poveda y la Organización de Estados Iberoamericanos OEI para su
consecución. Se incluyen también los proyectos relacionados con la construcción
de infraestructura y equipamiento de planteles escolares, institutos
politécnicos y la reparación y mantenimiento de las instalaciones educativas,
el Programa de Servicios de Bienestar Estudiantil se ocupa de suministrar el
desayuno escolar, becas y servicios de salud a los estudiantes, la jornada
escolar extendida una tanda única de 8 horas. Los estudiantes terminarán su
docencia a las cuatro de la tarde, y en escuela recibirán desayuno y almuerzo
es otro de los cambios que dentro de las políticas educativas se están
desarrollando para seguir fortaleciendo la práctica educativa en todos los
niveles y modalidades del sistema educativo dominicano. El programa de
alfabetización“Quisqueya Aprende Contigo”, para alfabetizar es otro de los
logros obtenidos y que va dando sus frutos a lo largo de su desarrollo y
proceso.
La educación ha sido en el transcurso de este siglo
y lo seguirá siendo en el futuro uno de los instrumentos más importantes con
los que han contado las sociedades modernas para luchar contra las
desigualdades para hacer frente a los fenómenos y procesos de segregación y
exclusión social, para establecer, ampliar y profundizar los valores cívicos y
democráticos, para impulsar el desarrollo económico y cultural y para promover
el desarrollo personal y la mejora de la calidad de vida de sus miembros.
La educación
tiene que experimentar cambios en profundidad para hacer frente a los desafíos
del nuevo escenario económico, social, político y cultural.
Entre los cambios sociales tenemos los sistemas de
valores, los cambios en la estructura del mercado laboral, los cambios en la
organización familiar, las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación y sus repercusiones sobre los modos y las relaciones de
producción, la globalización de los mercados, todos ellos han ido instalándose
de forma paulatina en el transcurso de las últimas décadas.
Los cambios que se están produciendo en la estructura
del mercado del trabajo y en las profesiones sugieren que la formación inicial,
con la que se identifica prácticamente la formación escolar, dejará de ser en
el futuro una garantía para el desarrollo personal y profesional de las
personas. Algunos analistas señalan que las generaciones que se están formando
actualmente en las escuelas y en los institutos tendrán que cambiar
probablemente de profesión y no sólo de
lugar de trabajo varias veces en el
transcurso de su vida laboral; prevén, también, que los miembros de estas
generaciones tendrán que asistir, a lo largo de su vida, a nuevos e importantes
avances del conocimiento científico y tecnológico, lo que les exigirá, para
adaptarse a ellos, implicarse en nuevos procesos de formación.
Yanina Peña A.
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